La cirugía oculoplástica o de párpados es una intervención sencilla que se realiza para corregir las imperfecciones del párpado superior o del inferior. A pesar de no tratarse de una técnica quirúrgica compleja, pueden presentarse complicaciones. Te contamos cuáles son las consecuencias de una blefaroplastia mal hecha.
Qué sucede ante una blefaroplastia mal hecha
La blefaroplastia es una cirugía plástica que rejuvenece los párpados al remodelar los tejidos perioculares. De este modo, se eliminan las antiestéticas bolsas que se producen por la acumulación de grasa o por un exceso de piel. Se realiza en poco tiempo y es suficiente con utilizar anestesia local.
El motivo por el que se recurre a este tipo de cirugía es principalmente la edad, aunque también la genética es un factor que influye en la aparición de las bolsas. Aunque estas tienden a ser visibles en mayor medida en el párpado inferior, también existe la blefaroplastia superior.
Más allá de la mejora de la imagen en nuestra parte más visible, esta intervención sirve también para aumentar la autoestima. Dado que el rostro es nuestra carta de presentación, el aspecto envejecido antes de tiempo puede afectar a cómo una persona se siente consigo misma.
Para obtener buenos resultados, se recomienda siempre acudir a un profesional que sea experto en blefaroplastia. De esta manera, se podrá obtener un diagnóstico que sea preciso y adecuado para cada caso. Que se trate de una intervención con pocas complicaciones no equivale a que cualquier persona esté capacitada para realizarla.
Cuando esta cirugía no se realiza correctamente, se producen unas incómodas consecuencias. Lejos de mejorar el aspecto de los ojos, se produce el efecto contrario. A continuación, encontrarás cuáles son las molestias temporales y cuáles los problemas que se derivan de una mala praxis.
Molestias pasajeras
Al tratarse de una intervención quirúrgica, van a aparecer una serie de molestias que desaparecen con el paso de los días. Son completamente normales y no deben preocuparnos, y es importante distinguirlas de aquellas que sí nos indican un problema mayor.
- Hematomas. Cuanto más precisa y cuidadosa haya sido la cirugía, menor será la cantidad de moratones. Aun así, al haber manipulado la zona, siempre aparecerá alguna marca que desaparecerá al poco tiempo.
- Hinchazón. Los resultados de una blefaroplastia no son visibles desde un primer momento, ya que la zona debe perder la inflamación que se produce tras la intervención. Aunque esta baje desde las 2 semanas, hay que esperar 2 meses para observar el resultado final.
- Quistes. En la zona del párpado es común también que notemos la presencia de algunos quistes temporales.
- Lagrimeo. Al modificar el conducto del drenaje de las lágrimas, es común experimentar lagrimeo durante el postoperatorio.
Consecuencias de la blefaroplastia mal realizada
Si durante el postoperatorio se presentase alguno de los síntomas aquí descritos, es conveniente acudir al cirujano para que nos haga una exploración. Habrá que determinar la posibilidad de una nueva intervención.
Problemas para cerrar el párpado
Cuando se elimina demasiado grasa, piel o músculo del párpado superior, puede aparecer la lagoftalmía, que consiste en la retracción del párpado inferior o superior. Debido a ella se imposibilita el cierre completo del ojo.
Ceguera permanente
Se trata de una consecuencia realmente muy poco frecuente.
El desprendimiento de la grasa ocular en la que se encuentran los vasos capilares puede originar una hemorragia orbitaria durante la realización de la blefaroplastia. De producirse, se comprime el nervio óptico y puede llegar a producirse ceguera. Es un cuadro poco frecuente. Para evitarlo, no deben tomarse anticoagulantes durante los 10 días anteriores a la intervención.
Infecciones
La administración de antibióticos debe ser antes y después de la intervención, para reducir el riesgo de complicaciones infecciosas. La frecuencia con la que se producen infecciones es bastante baja, pero conviene tomar las medidas pertinentes.
Además de las citadas, otras complicaciones de una blefaroplastia mal hecha son la asimetría entre los ojos, la coloración roja, dolor, flaccidez en el párpado inferior, mala cicatrización y sensación de tener el ojo seco.
Cuando las complicaciones consisten en sequedad o en asimetrías, la corrección resulta más sencilla que en los casos de retracción del párpado inferior o en los problemas con el superior. En estos casos, es necesaria la intervención quirúrgica para recolocar su ubicación.
Hay que decir que aunque es posible realizar correcciones, lo que se consigue es reducir las secuelas de una blefaroplastia más hecha. Por lo que no puede esperarse de éstas una modificación completa de la cirugía ya practicada.
Para evitar esta desagradable situación, se recomienda acudir siempre a centros especializados que cuenten con una amplia experiencia en este tipo de intervención. Aunque no desaparezcan al 100%, sí que se reducen considerablemente los riesgos de una complicación.
En Clínica O’Donnell 25 somos expertos en blefaroplastia, y contamos con los mejores profesionales de la cirugía estética para tratar estos casos. Puedes consultarnos sin compromiso y te garantizamos una atención personalizada y adaptada a tus necesidades.